Hace un par de días terminé de leer el, altamente recomendable, libro de Eduardo Galeano,
Las Venas Abiertas de América Latina (1971)
. Para resumir, el libro retrata una realidad que aún sigue latente en el continente latinoamericano: el
robo indiscriminado de las riquezas naturales.
Desde la época de la colonización, en la que españoles, portugueses, franceses, entre otros despojaban a los habitantes originarios, los indígenas, del aprovechamiento de las riquezas de la tierra.
La explotación de los trabajadores, es otro de los aspectos que abarca la temática del libro. La manera en que lo relata Galeano, es atrapante más tratandose del panorama desolador que queda para el futuro con tanto capitalismo salvaje, con la esclavitud que no parece abolirse completamente.
Este ensayo histórico con dosis de novela, data de 1971 pero sigue tan actual que da miedo. Da miedo, porque esos problemas no han perecido. Da miedo, porque luego de ese año de esa década tan significativa, la mayoría de los gobiernos de América Latina eran de facto: es decir, los militares le daban las llaves del país a los tecnocrátas para que ejerzan sin piedad la explotación, la compra de materia prima a poco valor. Una invitación a la
autodestrucción.
No es una hipérbole afirmar que este libro tiene un valor histórico incalculable y que es apropiado que sea material de lectura para nuestros colegios. No lo digo en joda, lo expreso con total seriedad.
Para que le hagamos entender a los más jóvenes como nos vienen metiendo el
dedito en el
culito. Para que le hagamos entender como tantos gobernantes han meado fuera del tarro. Para que sepan como muchos gobernantes taparon las miserias debajo de la alfombra aludiendo a la "modernización" del país de turno.
Este libro abre la cabeza del lector. Nos vamos a dar cuenta como los métodos utilizados hace miles de años con los esclavos africanos, siguen de moda con los esclavos latinoamericanos.
Porque la esclavitud no se terminó, eh. A medida de que sigan saliendo zapatillas Nike, Avia, Reebook, etcétera y en el papelito atrás de la lengüeta diga: "Made in Pakistán" o "Made in Taiwan", vamos a saber que sigue tan de moda como hace cuatro siglos.
Y no hablo solo por el imperialismo del norte, porque en nuestras narices también está de moda la esclavitud: ¿Se acuerdan del quilombo de los bolivianos en los talleres textiles? No es joda.
Etiquetas: Cultura, Revisionismo