Historia conocida
Una de las características propias de nuestro país son las antinomias que se han engendrado a lo largo de la historia y que aun persisten: menottistas vs bilardistas, peronistas vs anti-peronistas, etc, etc. Pero hay una que vuelva a resurgir y que es una de las más antiguas: hablo de los enfrentamientos entre rosistas y antirrosistas.
Famosa es ya la anécdota de la estatua de Sarmiento pintada de
Lo que sucede es que la historia perjudicó más a Rosas que a sus adversarios, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, donde, únicamente en su homenaje hay una estatua (en Av. Libertador y Sarmiento), además del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Hace más de 30 años, la avenida Monroe se llamó Rosas, pero los milicos la cambiaron (quizás, aterrados por el nacionalismo de su compatriota) y le volvieron a poner Monroe.
Rosas fue declarado "reo de lesa patria" y los distintos gobiernos que se han sucedido en el siglo pasado no le abrieron las puertas a sus restos, para que éstos fueran repatriados. Paradójicamente, quien trajo a tierras argentas los restos de quien encadenó los ríos para impedir el paso de las potencias europeas fue el que vendió el país al capital extranjero: el turco de Anillaco.
La polémica resurge ahora que la estación de Triunvirato y Monroe se va a llamar Juan Manuel de Rosas. Sarmientistas y urquizistas salieron a repudiar tal nomenclatura:
"Rosas siempre fue discutido porque fue un dictador y un hombre sin principios democráticos valederos -dispara Carlos Keller Sarmiento, descendiente del prócer e integrante del Instituto Sarmiento de Sociología e Historia-. No creo que deba ponerse su nombre a la estación, porque Rosas ya no es una alternativa. Tampoco tuvo una labor patriótica de relevancia. Y fue culpable de muchos asesinatos".
"Si a Monroe se le sacó el nombre de Rosas fue porque él no merece homenajes -sostiene Luis José Vincent de Urquiza, historiador y sobrino tataranieto del general que derrotó a Rosas en la batalla de Caseros-. Su único mérito es que el general San Martín le donó el sable, como reconocimiento de haber defendido la soberanía de la patria en la batalla de Obligado".
Yo opino que estos tipos, no tienen cara, porque no se le sonroja la jeta a Keller Sarmiento al hablar de los asesinatos, cuando Domingo Faustino mandó a matar a los líderes de las montoneras provincianas (como el Chacho Peñaloza) o por las declaraciones cuasi-racistas y xenofobas del civilizador como la de "no ahorre sangre de gauchos, es un abono que debemos hacer útil al país; la sangre es lo único que tienen de humanos."; o, incluso, omitir por completo que otro unitario como Sarmiento, J. A. Roca, liquidó gran parte de la población indígena que poblaba nuestra Patagonia, acción que a quien murió en Paraguay, le debe haber caído de manera más que simpática. Y ni hablar de la Guerra del Paraguay, donde el autor del Facundo quería liquidar como sea al "tirano" Solano López. Un descaro lo del unitario Keller Sarmiento, pura hipocresía como la de todos los seguidores de la causa que representa.
El descendiente de Urquiza fue más prágmatico pero, si bien todos los personajes importantes de la era post-colonial fueron muy ricos en cuanto a su historia (ya que tuvieron cosas buenas y malas), Justo José fue el cagón que prefirió asegurarse el negocio y dejarles vía libre al mitrismo para que consolide el centralismo de Buenos Aires, y también el caudillo federal fue el de los que estuvo de acuerdo con atacar al Paraguay... De eso mejor ni hacer mención, ¿no Vincent?
Y tanto Sarmiento, como Urquiza son "más buenos" para la historia oficial/liberal, que Rosas. Sarmiento es el "civilizador", Urquiza fue el que "derrocó al tirano" y Rosas es el "dictador". Es todo sin medias tintas, o blanco o negro.
Etiquetas: Latina nación, Personajes
2 Comentarios:
Muy bueno, Murdock.
Estoy de acuerdo con lo que decís y no me sorprende que los defensores de Sarmiento, por ejemplo, señalen en otros cosas que su mismo héroe hizo o mandó a hacer ignorando la contradicción.
Respondo algunos conceptos al escrito de Murdock del viernes 23 de noviembre de 2007.
No es mi intención entrar en la polémica en si, sino, manifestar mi desagrado por la forma chabacana y vulgar que tiene de expresarte esta persona con respecto a los hechos y a los personajes de la historia. Es la mejor manifestación de aquello que dice que en Internet cualquiera puede decir lo que se le da gana, sin importar el gravamen que ocasiona la ofensa, el insulto y cualquiera de esas expresiones propias de esa multitud soez a la cual pertenece y bien representa.
Yendo a la cuestión principal, quiero manifestar mi conformidad por el nombre adoptado (amen de ser urquicista) para la estación de subte pero haciendo algunas salvedades al respecto. Mi pensamiento es que deben figurar todos y cada unos de esos personajes que trascendieron en la historia sin importar los juicio de valor que se viertan sobre ellos. Ya que el hecho de querer dividir el mundo en buenos y malos, idea de raigambre medieval manifiesta, no es un elemento racional de juicio que pueda servir para determinar el orden de prioridades o jerárquico buscado; ya que esta apreciación subjetiva del bien y del mal es tan variable como personas existen en este mundo y no llevaría a preguntarnos ¿Qué es bien y el mal? ¿Quién puede monopolizar la objetividad del concepto si es posible que pueda llegar a serlo? Y aunque partiéramos del concepto más elemental de bondad y maldad, todos, sin excepción, nuestros próceres, quedarían afuera por una u otra causa, ya que la variabilidad del entendimiento de lo que es bueno y malo es infinito. En consecuencia las calles y las estaciones de subte tendrían que llevar simplemente un número.
Por esta razón mi idea es que incluyamos y les demos la posibilidad a todos ya que por algo lograron la relevancia histórica en el orden social. Sea por civilizador o por degollador.
Yendo a lo histórico propiamente dicho, creo que Bs. As. fue injusto con Rosas ya que la única patria que defendió Rosas fue justamente la provincia de Buenos Aires, recordando que la Capital Federal aun no existía y que esa provincia era la franja costera que nace desde San Nicolás hasta Carmen de Patagones (sin entrar en demasiadas meticulosidades respecto de la extensión real de esa provincia) Pero Rosas no fue ni será jamás un héroe nacional como nos quieren imponer a las provincias del interior. Que el nombre de Rosas esté en una estación de subte de la ciudad de Bs. As. me parece coherente porque en ese sentido Bs. As le debe mucho y su tiranía favoreció a todo un pueblo que vivía de las rentas provinciales en su único provecho. Muchas familias de apellidos históricos como los Anchorena (Tomas Manuel, por ej.) se enriquecieron gracias al sistema monopólico y centralista del federal Rosas (contradicción). Pero que Bs. As. una vez mas pretenda imponernos, como siempre lo ha hecho, sus esteriotipos y sus próceres como paradigmas de la nacionalidad argentina es algo que rechazo categóricamente porque no tiene ningún sustento racional ni empírico ni axiológico posible. Creo que es el héroe de la provincia de Buenos Aires como Urquiza lo es de Entre Ríos, López de Santa Fe, o los Taboada de Santiago del Estero.
El peor pecado de Rosas tal vez no sean sus crímenes porque como bien dice el columnista. Sarmiento -y agrego Mitre- también fueron eximios exponentes del genocidio americano, el pecado de Rosas, en todo caso y a mi modesto entender, es haber sido el centralismo porteño disfrazado de rojo arengando el federalismo que de hecho jamás profesó. Pero todo esto y mucho mas (o poco) que se pueda decir del tirano del plata, para mi no es impedimento de que un sitio público pueda llevar el nombre de él. Distinto seria en Entre Ríos, los reparos para ellos son in extenso y escapan a este comentario.
Finalizando me pregunto si el “opinólogo” Murdock tiene una buena y cabal idea de lo que fue Urquiza en materia militar. Solamente un precipitado puede decir que Urquiza fue un cobarde (dicho en otro término). Debería saber que nunca perdió una batalla y que Pavón también fue un triunfo militar de Urquiza que le regaló a Mitre quien fuera un gran coleccionista de derrotas militares. Y el hecho de que regalara el triunfo no fue por sus negocios o para protegerlos, sino que la causa es algo mayor, porque a esa altura del partido Entre Ríos que venia soportando o “aguantando” económicamente la Confederación ya no podía afrontar mas esa responsabilidad, pues la Confederación carecía de los mejores recursos de la época, que eran precisamente los provenientes de las rentas del puerto y la Aduana de Bs. As, que tanto Rivadavia, Rosas o Mitre, jamás permitieron que la nación las usufructúe. Por eso el federalismo de Roas es tan falso y más aun su “nacionalismo” ya que nunca permitió que la nación se beneficiara con esos recursos que eran el esfuerzo de las catorce provincias, sino que quedaran en las arcas de Bs. As. En ese sentido económico Rivadavia, Rosas y Mitre son la misma cosa. Por eso Urquiza comprende la inviabilidad de que Entre Ríos y las otras provincias mantuvieran el centro de poder en Paraná y que era necesario transferirlo a Buenos Aires en donde “se cortaba el bacalao”, es decir, donde estaba la alcancía que ninguno de los gobernantes bonaerenses quiso soltar en beneficio del interés general (ver Alberdi).
Por eso me sorprende la gran superficialidad con que la gente opina (de lo que no sabe) sobre cuestiones que merecen un estudio y profundización seria para llegar a construir y no a destruir con epítetos vulgares que solo denotan la falta de fundamento y conocimiento sobre un tema en particular. Atte. Dr. Darío Gil Muñoz – Paraná. Entre Ríos (sin seudónimo)
PD: ¿Murdock es un seudónimo gauchesco y nacionalista?
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