Un tierno

El Presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez, manifestó que siente tristeza y frustración por el conflicto de las pasteras que tiene su país con la vecina República Argentina.
Como he escrito anteriormente, el jefe de estado uruguayo que dice sentirse triste es el mismo que en la Cumbre Iberoamericana pasada autorizó a que la pastera de Fray Bentos empiece a funcionar. Es decir, en un contexto donde se podía dar un posible encuentro con los argentinos para empezar a buscar una solución al problema, el uruguayo prefirió cagarse en Prusia y embarrar la cancha del famoso "diálogo".

Además, Vázquez volvió a dejar en claro que lo único ilegal en todo lo que concierne al conflicto son los cortes de ruta (¿los de la gendarmería uruguaya o los de los asambleístas?).

La verdad que pudre ver la hipocresía de algunos, este tema pinta para largo, eh, no se ve una puta solución a la vista. No sé que tiene pensado la futura presidenta de nuestro país, pero urge encontrarle una solución para acabar con el conflicto de una puta vez.

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BONUS TRACK

El canciller Reinaldo Gargano declaró el lunes a radio Sarandí (está grabado), refiriéndose a las relaciones con Argentina, que "se acabó el tiempo de la buena voluntad. La postergación (de la habilitación de Botnia), habría significado 15 días más de relajo, de insultos y agravios..." Veinticuatro horas después, interrogado por colegas argentinos, Gargano recurrió al repetido y aburrido sonsonete con que algunos personajes quieren evitar las responsabilidades de sus dichos: "me sacaron de contexto"; "periodistas con intencionalidad política", etc. A esta altura nada de lo que diga o haga Gargano nos sorprende. Es más, pensamos (y lo escribimos) que en un gesto de buena voluntad hacia la hermana República Argentina, el Presidente debería pedirle la renuncia. Ya ha hecho mucho daño.

Extraído de la Editorial de Diario El País.

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