martes, 29 de enero de 2008

Predicar con el ejemplo


Pues bien, Rosas ha conseguido que en sus estancias, que se unen con diversos nombres desde los Cerrillos hasta el arroyo Cachagualefú, anduviesen las avestruces en rebaños, y dejasen al fin de huir a la aproximación del gaucho, tan seguros y tranquilos pacen en las posesiones de Rosas; y esto mientras que han sido ya extinguidos en todas las adyacentes campañas. En cuanto al cuchillo, ninguno de sus peones lo cargó jamás, no obstante que la mayor parte de ellos eran asesinos perseguidos por la justicia. Una vez, él por olvido se ha puesto el puñal a la cintura, y el mayordomo se lo hace notar; Rosas se baja los calzones y manda que se le den los doscientos azotes que es la pena impuesta en su estancia al que lleva cuchillo. Habrá gentes que duden de este hecho, confesado y publicado por él mismo; pero es auténtico, como lo son las extravagancias y rarezas sangrientas que el mundo civilizado se ha negado obstinadamente a creer durante diez años.
Facundo, Domingo F. Sarmiento. EDICOL, 2006.

Gran domador de potros y de hombres, Juan Manuel de Rosas es el caudillo de los campos rioplatenses. Guitarrero y bailarín, sabe contar las historias que más susto o risa provocan en los fogones; pero está hecho de mármol y hasta sus hijos lo llaman patrón. Manda presa a la cocinera que le arruina el pollo; y él mismo se hace azotar cuando por descuido viola alguna de las normas por él dictadas.

Memoria del fuego 2, Las caras y las máscaras; Eduardo Galeano. Catálogos, 2004.


... (Rosas) pregonaba la decencia: "El peón o capataz que ensille un caballo ajeno comete un delito tan grande (...) que será penado con echarlo en el momento de las haciendas de mi marca, y a más será castigado según lo merezca" (Instrucciones a los mayordomos de estancias).
Lo podía hacer sin provocar el odio de los propios porque él mismo se sometía a tales castigos cuando la falta era suya. Con la misma dureza caían los latigazos sobre su espalda o se achicharraba bajo el sol inclemente. Uno de sus capataces, Sañudo, relataría al historiador A. Saldías que cierta vez había castigado a su patrón hasta hacerle perder el conocimiento y que luego había sido premiado por ello. Hasta el fin de sus días Rosas sostendrá que el ejemplo era la vía de ganar la confianza del
pueblo.
Juan Manuel de Rosas; Pacho O'Donnell. Booket, 2006.

"Autoritario, si. Pero conmigo, también (?)".

Más allá del recuerdo de don Juan Manuel, viene al caso contar que hace poco más de una semana, en un boliche, vi a un flaco con una remera (negra) que contaba con la imagen del Restaurador. En el dorso de la misma rezaban algunas palabras de color blanco y en cursiva. Pero no pude divisar que decían.

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6 Comentarios:

Blogger Murdock dijo...

Último post, hasta mi vuelta de las (2das) vacaciones que se efectuará el 10 de Febrero aprox.

Viva la Confederación Argentina, Mueran los Tragaleches Unitarios (?)

29/1/08 16:57  
Anonymous Anónimo dijo...

Por una curiosa coincidencia de la historia, Darwin conoció personalmente a Rosas en 1833, cuando estaba recorriendo las pampas y Rosas estaba acampado cerca de Bahia Blanca promediando su campaña al desierto.

Darwin se quedó muy impresionado con la figura del General-gaucho y hace un comentario malicioso diciendo que 'si llega a acaparar más poder (era gobernador de Buenos Aires en ese entonces) va a gobernar al pais con un puño de hierro. Cosa que tal vez a este pais no le venga mal'.

También relata esa anécdota de los azotes que mencionás ahi.

29/1/08 22:33  
Blogger Roberto Parrottino dijo...

A la mierda, no sabía esto. Me voy a leer un poco y menos Sin Resisitencia.

30/1/08 00:21  
Blogger Murdock dijo...

Huinca, en el libro de O'donnell hay una parte que cuenta sobre el encuentro entre Darwin y Rosas.

Y recomiendo (para el que no lo haya hecho) leer el Facundo, es un libro excepcional. Por más que hay una crítica abierta al regimen rosista, Sarmiento reconoce cosas como las que puse en este post o cuando dice que "no hubo gobierno más popular en la historia" o cuando dice que en un plebiscito que hizo Rosas (para su segundo madnato) y en el que ganó con 9000 votos contra, apenas, 7, Domingo Faustino dice "no hay noticia de alguien que no haya ido a votar."

30/1/08 00:44  
Blogger Kluivert dijo...

Esa de los azotes a sí mismo ya la había leído en algún lado y me había impresionado, recuerdo. Es realmente notable. No será un tragaleche, pero sí masoquista. De ahí a lo primero hay un paso (?).

4/2/08 17:07  
Anonymous Anónimo dijo...

Fuira.
Menos Rosas, mas Alem.

11/2/08 16:06  

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