lunes, 28 de mayo de 2007

Otras épocas, otros actores, ¿mismos manejos?


El 27 de mayo de 1935 una comisión investigadora del Senado de la Nación presidida por Lisandro de la Torre presentó un informe, que contenía cuarenta y ocho conclusiones sobre los perjuicios que acarreaba para el país el comercio de carne con Inglaterra tras la firma del pacto Roca-Runciman. Desde septiembre de 1934, De la Torre venía denunciando las ventajas otorgadas a Inglaterra con la anuencia del gobierno local tras la firma de ese acuerdo.

(...)

Lisandro de la Torre daba comienzo a su notable intervención: acusaría directamente por fraude y evasión impositiva al frigorífico Anglo y aportaría pruebas irrefutables que comprometían directamente en el negociado a dos ministros del general presidente Agustín P. Justo: Federico Pinedo, de Hacienda, y Luis Duhau, de Agricultura. Así describía el diario socialista La Vanguardia el valor de las denuncias de Lisandro: “El senador De la Torre ha demostrado en su informe que el comercio de carnes enfriadas está monopolizado por un trust de frigoríficos extranjeros que operan en el país con la protección oficial del gobierno inglés y la complaciente tolerancia del gobierno argentino. Es un trust que gana sumas fantásticas. En el caso del frigorífico Swift, se sabe que con un capital de 45 millones de pesos ha ganado en cinco años 91 millones de pesos. Es un trust que defrauda a la Dirección de Impuesto a los Réditos, pues en el caso del frigorífico nombrado, la compañía Swift Internacional ha compensado las pérdidas de sus filiales de Australia, Nueva Zelanda y Río Grande, con las ganancias obtenidas por la filial argentina, sustrayéndose esas sumas de las ganancias efectivas y reduciendo el pago del impuesto a los réditos; todo ello con la complacencia del Ministerio de Hacienda. […] Pero donde el senador De la Torre hirió de muerte a uno de los ministros acusados, es al referirse a los ganaderos tratados con guante blanco por los frigoríficos. De las palabras del legislador santafesino se desprende que el ministro de Agricultura y sus parientes reciben de parte de los frigoríficos un trato excepcional. Sus novillos son clasificados para un destino que no tienen en la realidad y que es favorable para los vendedores; mientras en casi todas las demás compras los frigoríficos clasifican la hacienda dándole un destino también distinto al que luego tienen, pero esta vez desfavorable para el vendedor. […] El senador santafecino fue, en esta parte de su exposición, tan preciso y categórico, y dio tal cantidad de datos, fechas y precios, que creemos que al ministro de Agricultura no le queda otra solución que la renuncia. Por mucho menos han caído gabinetes íntegros en países donde existe un concepto cabal de ética política y administrativa”.(5)

Asesinato e impunidad en el Senado de la Nación
Mientras tanto Lisandro de la Torre seguía con su prédica desde el Senado: “se dice que estoy solo. Eso puede ser cierto; estoy solo frente a una coalición formidable de intereses; estoy solo frente a empresas capitalistas que se cuentan entre las más poderosas de la tierra; estoy solo frente a un gobierno cuya mediocridad, en presencia del problema ganadero, asombra y entristece; y así, solo, me batiré en defensa de una industria argentina esquilmada e inerme, como me batí hace diez años en defensa de la industria de la yerba mate, que dos ministros poderosos habían condenado a morir, y como me batí hace dos años por la modesta industria del tomate que apenas empezaba a desarrollarse en las regiones más dignas de fomento”(6).

El debate fue subiendo de tono y la cara de los ministros imputados iba virando del color rojo al verde según las palabras de De la Torre. El primer incidente se produjo en la sesión del 21 de julio, cuando Duhau amenazó a Lisandro a los gritos: “¡Ya pagará todo esto el señor senador punto por punto!... ¡Ya pagará bien caro todas las afirmaciones que ha hecho!”(7).

Dos días después, en la sesión del 23 de julio se desencadenaría la tragedia. De la Torre seguía aportando pruebas contra los ministros Duhau y Pinedo y llamó mentiroso al primero a partir de entonces. Se suscitó una acalorada discusión entre los ministros de gobierno y el senador santafesino. Lisandro no escuchaba bien las palabras de su agresor, abandonó su banca y se acercó a Pinedo y a Duhau. Según el diario La Prensa, en un momento de su alocución Lisandro quedó “inclinado el busto y parado entre ambos pupitres, a muy corta distancia del ministro de Hacienda, a espaldas de él”. Fue entonces cuando Duhau empujó a De la Torre por la espalda y lo tiró al piso. En su huida apresurada, tropezó con un escalón y cayó también él. En esos momentos de confusión alguien disparó sobre Lisandro, pero hirió de muerte al senador santafecino Enzo Bordabehere, quien al advertir la maniobra se interpuso entre el agresor y don Lisandro.

El agresor comenzó a correr por los laberínticos pasillos del Congreso y entró a la sala de taquígrafos, donde pudo ser detenido por el agente Cofone. Tras la detención, Cofone y el subcomisario Florio le quitaron el revólver calibre 32 marca Tanque con cuatro balas servidas y dos sin usar. […] La policía pudo establecer que se llamaba Ramón Valdez Cora, de cuarenta y dos años, ex comisario torturador de Vicente López, con múltiples procesos por estafas, falsificación de documentos y extorsiones a prostitutas. La ficha decía que era afiliado al Partido Demócrata (o sea conservador) y hombre de confianza del señor ministro de Agricultura Luis Duhau.

NOTAS
  • Primero que nada, pido disculpas por tan extenso post. Y por mi pésima capacidad de resumen. Es que me pareció pertinente -desde hace rato quería poner algo sobre ésto- citar algo sobre esto que ocurrió hace añares y que realmente parece una película de ficción.
  • Desconocía las fechas realmente, el que haya puesto esto del debate de las carnes es porque -reitero- de hace rato queria escribir o pegar algún texto relacionado. No es demagogia.
  • Hubo una película de lo acontecido en el Congreso y afines. Realmente fue de ficción lo que pasó ese fatídico día en la Cámara. Los manejos mafiosos de la época estaban más a la luz que los de ahora. Por lo menos, a primera vista, así parece.
  • El otro día viendo a un tal Pinedo hablando, mi viejo me recordó que ese sujeto era el hijo de Federico Pinedo.
  • El diputado del ARI - que es parecido a Luciano Pereyra- que está investigando el caso Skanska, ¿es el Lisandro de la Torre del siglo XXI? ¿Cuac? Ah, no hay que ser descuidado: link solo para boludos.

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1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Esta buena la historia demagogo.

30/5/07 17:30  

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